Cuando las estrellas de las Grandes Ligas lanzan una curva, la pelota parece caer abruptamente antes de llegar al plato. Pero dos científicos, que no tratan de demeritar la labor de Roy Halladay o de otros grandes lanzadores, consideran que ese fenómeno no es sino una ilusión óptica.
Sin importar si se trata de un espejismo, el movimiento de la pelota es llamado un "quiebre", cuando repentinamente parece caer, lo que suele derivar en que el bateador haga el swing por encima o por debajo de la misma.
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